martes, 20 de marzo de 2012

EL AUTILLO COLONIZA LA COSTA DEL SOL: XXII MEDIA MARATON DE MALAGA

Saludos.

Después de un primer trimestre muy flojo, con un total de 6 entrenos de los míos (5-6 km, urbanos, llanitos y en horario post-ocaso), la pequeña rapaz nocturna fue engañada por unos amigos de la costa mediterránea (málaga-almería) para acompañarlos a la Media Maratón de Málaga.


Accedí a desplegar mis alas en horario diurno bajo la condición de que me consiguieran un dorsal para la carrera de mi talla de 5km que se corría simultáneamente, con idéntico punto de salida (Estadio de Atletismo) y compartiendo el primer tramo de recorrido. No sé cómo, (habían expirado todos los plazos de inscripción y el cupo estaba cubierto) pero uno de mis colegas debía tener contactos poderosos, el caso es que conseguí numerito, camiseta y chip.


Tresmilypico corredores, sol radiante, poniente fuerte, pista llena y pistoletazo. Antes de salir del estadio, ya corro sólo. Qué gusto disfrutar de la compañía de ninguno de los que fuiste a acompañar. Me instalo en mis supuestos 5ypico por kilómetro, y a tirar por un recorrido sin filigranas, to tieso ida y vuelta acompañando la línea de costa malagueña. Diviso pronto el cambio de sentido para los de la 5km, (eah, ya está bien, para qué sufrir, yo me vuelvo), cuando en pleno giro uno del walkie me aparta del pelotónpatata y me increpa: no, tú sigue, tú sigue… y me encuentro siguiendo el recorrido de la media maratón, descubriendo tarde que mi dorsal es del mismo color que el de los que “siguen”, y no que el de los que “vuelven”. Atrapado sin querer en una recta de 10km, rodeado de zancudos, planteo mi nueva estrategia: en cuanto nos doblen los keniatas, cambio de sentido y me vuelvo con ellos. Nunca he corrido más de hora y media, así que me marco una meta de volverme cuando lleve 1 hora de ida. Esto ocurre en el km9 y pico, ya en la playa de la Malagueta. Aunque pienso “joder, qué cerca estoy de completarla”, decido que prefiero volver sobre mis piernas que dentro de la ambulancia, y giro 180º, pasando inadvertido entre muchos que ya vienen de vuelta. Aquí hay un tramo más entretenido que se adentra en el centro de Málaga, por las calles peatonales y por delante de la Catedral, y somos animados por hordas de turistas en cola hacia el museo Picasso.   
 ¿Sigo teniendo piernas? No las siento. Decido bajar mi ritmo de “5ypico” a “casiandandoypico”, y cuando la ventolera en mi cara me hace bajar el rostro y veo que estoy pisando el km19, me pasa un tío con un globo que reza 1h40m. Me pego a su culo, y hasta la meta, cuyo digital marca 1h40m50s a mi entrada. Mis acompañados, que por supuesto la completaron, entraron a 1h50min.
Muy contento conmigo. Es la primera vez que corro tanto rato, y creo que ya estoy preparado para una Media, si a lo que yo hago se le puede llamar “preparar”.


Ahora mismo sólo me duelen las corvas. No sé si ahí hay algún isquio de ésos que tenéis vosotros.
Entiendo que esta manera de correr no hay por donde cogerla para nuestra fantástica tabla de puntuaciones: distancia indefinida, dorsal que pertenece a un corredor cuyo nombre desconozco, chip que no ha pisado todas las alfombras…Así que ni os lo planteéis.
DBM sobrevuela el mediterráneo.
Dani, va por ti.

lunes, 19 de marzo de 2012

II CARRERA POR MONTAÑA SIERRA DE UBRIQUE Y BENAOCAZ


Dura, casi inhumana diría. Esos son dos calificativos precisos para definir la carrera del pasado sábado diecisiete de marzo del presente.

Hace tres semanas, casi por casualidad, decidí inscribirme a esta carrera. No dudé en comentárselo a mis amigos de entrenamiento y compañeros de club Antonio Morales, David Parada y Jose Mariscal. David enseguida se animó, Antonio, muy reticente por haberla sufrido el pasado año, finalmente se animó y finalmente José movido más por la cuestión de convivencia que por lo atractivo de la carrera, también se apuntó.

No es ninguna sorpresa para los que me conocéis y sabéis de mis preferencias runners que la montaña es mi pasión. Que además lo competitivo me estimula exponencialmente pero que hay carreras y momentos dentro de ellas que pierden todo ese atractivo terminando siendo más un calvario que otra cosa. Y esto ha sido la II CARRERA POR MONTAÑA SIERRA DE UBRIQUE Y BENAOCAZ, una auténtica prueba de exigencia, de dureza extrema, no quizá por la distancia sino por varios aspectos que más adelante esgrimiré.
 
Lo peor es que estábamos avisados por Antonio, que la hizo el pasado año, en su primera edición. Que Yo conozco el terreno, lo abrupto del mismo, lo seco que está este año en ausencia de lluvias y que hace que las subidas la tierra esté sin compactar, sabía perfectamente que no se puede correr, que la Calzada Romana, que se hace en bajada es un infierno. Un auténtico cocktail que hace que mi participación haya sido un enorme error salvo en la parte que no es carrera.

Desayuno habitual para coger fuerzas

Quedamos los cuatro DBM y pre 101 a las 7,30 en la Avda de Arcos, a la altura de la gasolinera, cerca del domicilio de Antonio. En Arcos paramos a un desayuno de rigor. Llegamos a Ubrique a las 8,40, aparcamos, recogimos dorsales, evacuamos (por cierto David, tu qué comes?), estiramos, volvimos al coche a dejar las mochilas innecesarias, calentamos y a la línea de salida.

A las 10 de la mañana la salida. Casi 180 runners en búsqueda de una carrera exigente. Participación a tenor de las pintas de mucha calidad, mucho mejor de la primera edición y corroborado por Antonio que ya participó en la primera. Y luego se contrastó, por cierto.

Antes de la paliza

Salida muy rápida por las calles de Ubrique. Primer kilómetro de asfalto subiendo y bajando hasta llegar al 1’5 kmts que empezaba el sendero, por decir algo. Desde ese 1,5 kmt hasta el 4 subida infernal, casi 500 metros de desnivel acumulado aderezado con poca adherencia del terreno, piedras sueltas, embotellamiento del personal. Gracias a Dios llegó la bajada desde el 4 hasta el 6. Desde el 6 hasta el 9 otros tres kilómetros innegociables, otros casi 500 metros de desnivel positivo que hacían llegar a los 1000 acumulados en 9 kilómetros iniciales.... Luego, llegada a Benaocaz, pueblo precioso, niños en la calle animando a los runners y llegada al incio de la Calzada Romana. Ahí, lo que faltaba, tres kilómetros y medio de bajada donde puedes caerte, doblarte un tobillo o darte un tirón muy fácilmente como me ocurrió a mi. En un tropiezo y con el afán de no caer forcé el gemelo izquierdo tuviendo que parar durante 30’’ a recuperar y seguir con más precaución. Llegada a Ubrique para completar durante ese recorrido por el pueblo los últimos 500 metros de la carrera. Qué satisfacción¡¡¡¡ Terminamos....

Prueba conseguida

En fin, mi corolario es que a menos de un mes de haber completado la Maratón no es sensato ir a competir en una carrera tan exigente, que hubiera hecho mi tirada dominguera preparándome los 101 y hubiera sido más inteligente pero bueno, me quedo con la convivencia con tres grandes amigos y eso compensa y con creces lo malo.

 Los resultados a tenor de todo lo esbozado antes muy buenos. José, un titán, mejorando día tras día, 2h17’ (puesto 62/157), Antonio 2h25’ (35’ menos que el año pasado, puesto 81/157), David 2h30’ (puesto 86/157, no era su carrera, venía con el tobillo fastidiado) y servidor 2h08’ (puesto 37/157).

Descanso de los guerreros

En fin, llevamos el nombre de DBM a otra nueva carrera de montaña.

Un saludo a Dani.