miércoles, 25 de mayo de 2011

XXIV MEMORIAL SARGENTO CARMONA PÁEZ 210511

Con una tarde magnífica, en esta ocasión nos desplazamos a San Fernando para el Memorial Sargento Carmona Páez mis padres, ya fijos en mis desplazamientos, y la familia Caballero Morenatti al completo.

Llegamos a las instalaciones militares en la Avda. de la Armada donde se daría la salida a las 20:30 horas, con bastante tiempo para retirar el dorsal y el chip para la carrera. Realizamos las fotos de rigor y la familia se fue hacia la meta que estaba en el centro de San Fernando, exactamente en el Parque Almirante Lahulé.



Realicé el calentamiento alrededor de una pista de atletismo y unos carriles de tierra preparados para entrenamientos de los militares, con algunos componentes de los Chiribitos. Acto seguido salimos todos los corredores al exterior de las instalaciones puesto que comenzaba la carrera en la misma Avenida de la Armada. La verdad que había un ambientazo, ya que corrieron 1.143 atletas.

Una vez dieron el pistoletazo de salida, activé mi reloj y a correr. Los primeros dos kilómetros fueron discurriendo por las instalaciones militares hasta que salimos hacia el centro de la ciudad. El ritmo en estos momentos era de 4:00/km. hasta el km. 4 que empezó a inclinarse el trazado del recorrido y subí a 4:20/km aproximadamente. Indicar que había mucha gente en la calle animando por todo el centro de la ciudad y esto es de agradecer. Una vez vi el Parque incrementé un poco el ritmo pero en ese momento empezamos a subir una cuesta de narices por un lateral del parque para realizar un giro de 180 grados y descender hacia la línea de meta en el interior del mismo. El tiempo final fue de 35m 50 seg. en 8,5 km. Ritmo medio: 4m13seg/km.


La organización en general estuvo bien menos en la meta, puesto que sólo había 4 personas entregando las bolsas de obsequio (camiseta y gorra) y se formaron unas colas espantosas que generó muchas protestas. Pero bueno, una vez retirado el obsequio, unos metros adelante había un puesto de avituallamiento donde me tomé una Coca-Cola bien fría. Realicé unos estiramientos y de vuelta a casa con la familia.




Y antes de cerrar esta crónica, como siempre, un recuerdo a Dani.