Desde muy temprano, a las 7:00 de la mañana, partimos hacia Sevilla en coche Fermín y yo, recogiendo a Juan, amigo y compañero de entreno de Fermín. Los tres nos habíamos propuesto hacer la carrera juntos. Con un fresquito importante, nos hicimos fuertes, deshicimos del chándal y nos dirigimos a la salida en la Avenida de la Palmera.
Este año el recorrido había sufrido una ligera modificación, no pasando por el estadio olímpico por encontrarse en obras, pero no defraudó en absoluto. Mucha animación en todo el recorrido, principalmente en los barrios más populares y por el centro histórico.
La experiencia de correr junto a otros nueve mil y pico de corredores en la capital andaluza no puede dejar a nadie indiferente. Y allí que nos dejamos la piel para hacer un papel decente representando al DBM.
Al final, Fermín y yo hicimos toda la carrera codo con codo, sin poder mantener ni alcanzar en ningún momento el ritmo endiablado de Juan. Personalmente lo di todo para hacer una media de 5.15 min/km, muy lejos de mi ritmo habitual de entrenamiento.
En la meta, una magnífica marca de 1:52:37 h para la dupla DBM Fermín-José María, que entramos de la mano. José Luis Nieto nos adelantó 1 km antes de la meta a ritmo de locomotora, imposible de seguir, al menos para mí. Una tapita en Reina Mercedes y "pa los jereles".
Una magnífica experiencia en la prueba hispalense, bajada de las dos horas y corona de laurel en el Olimpo DBM. ¡Qué más se puede pedir!. Este líder va para largo.
