domingo, 11 de marzo de 2012

II Circuito Divina PastoraSevilla, 11 marzo 2012
    Sí, sí, sí. El Buitre ya está aquí.
  
   Tres semanas después del acontecimiento planetario maratoniano, me enfundo la elástica DBM con solemnidad. On the road again, como el disco de Van Morrison. Dorsal número 60.

    Elección de zapatos: demos kms. a las Mitzuno, que quedaron desbancadas del primer puesto por las fabulosas ASICS NIMBUS MARATÓNICA MAGNA COJONÚDICAS.

    La salida se encuentra a unos 800 metros de mi casa, así que, 20 minutos antes de la hora, salgo tranquilamente, para calentar unos metritos. A medida que planeo cerca del parque de María Luisa los corredores proliferan, aunque en número mucho menor al que encontramos habitualmente en las carreras. Pocas piernas regordetas, la verdad. Mucha garra de rapaz afilada.
   
    Me voy casi sobre la marcha a la linea de salida y me poso en la zona media. No tengo intención de ir rápido pues no sé como andan las alas después de apenas haber volado en tres semanas.
Oteo los alrededores en busca de compañeros DMB. No veo a Jesús, no conozco a Álvaro. En el momento en que desisto, Álvaro aparece y reconoce las plumas del carroñero. Es un tío grande, fuerte, con pinta de manejarse rápido. Y acaba de correr maratón también. Buen fichaje hemos hecho.

   Momento emocionante: cuando casi van a dar la salida, Marta Domínguez pasa caminando por el lateral del pequeño pelotón para salir en primera fila. Aplauso cerrado de todo el mundo, que de haber sido dedicado a mí y en las circunstancias que ha pasado esta fabulosa rapaz, me hubiesen convertido en un Stephan Heulot cualquiera, o en una magdalena de Mercadona, llorando sin parar en la cuneta.



    Pistoletazo y a correr (por fin, otra vez). Primer km de charla con Álvaro, tranquilos. Lo completamos mas o menos a 5´20´´, aunque mi Garmin, que ha debido enloquecer, dice que vamos a 4´30´´, lo que es absolutamente falso. El novato (en el club, no en el asfalto) anima a subir el ritmo, y eso hacemos, con un segundo km ya más en condiciones (4´36"). A partir de ahí se desata la locura, esta vez del propietario del reloj, y me pongo a 4´15´´, por motivos desconocidos (nadie me perseguía). Adelantando, según técnica carroñera estándard. Ya no dejaría ese ritmo hasta el final. En el camino, más o menos en el km. 8, oigo a mi espalda: "mira: ese es del DBM como tú"- y seguidamente: "Quique quilloooooo"-Paro un poco y miro atrás: es Jesús, con un amigo del Olimpo de Cádiz. Va rápido, y tiene buena planta. Se ve que está entrenando mucho. Me quedo con él un poco y luego sigo con el ritmo.

   Los últimos 500 metros se me hacen largos. Tengo que bajar un poco. Cuando miro el pulsómetro veo que voy al 96% (177 lpm). Eso es ritmo de sprint, y que yo sepa, no estoy en ello. Esta vez me he colado. Al nuevo ritmo llego sin problemas. Luego, revisando mis tiempos, veo que en realidad no bajé tanto , porque los últimos 300 fueron a 4´04´´. No he visto llegar a Jesús, aunque debió pasar muy pegado a mí. Álvaro llegó muy poco después, y con sensación de haber podido ir más rápido. Estuvo reservón, lo que, como ya sabeis, aplaudo siempre.
   
    En definitiva, 10 km en 44´37´´. Nada mal para el momento en que estoy. Me encuentro con muchas  ganas de correr rápido, más que de hacer distancia. Un día de pesas ya en el cuerpo. Estoy rumiando planes, pero os los contaré más adelante.

   Leo los planes de los "cientouneros" con endivia (con roquefort). ¿Quizás planes de media maratón próximamente, hermanos?. Espero vuestras noticias.