domingo, 16 de enero de 2011

AVE PAJARRACUS TOTUS: TAKE THE EASY WAY TO SCORE, NOT ONLY SHORT DISTANCE RACES, BUT..... RUN ALONE!

Como no consigo decidirme entre escribir la crónica en inglés o en latín clásico, voy a utilizar el castellano, y así salimos ganando todos.

Enero marcea, y la capital hispalense amanece ofreciendo 16ºC a las primeras horas de luz, lo que presagia una carrera casi primaveral. Tengo que decir que el ambiente que rodea un evento en el que, más allá de una carrerita popular de 7’5km y 2.500 corredores, se celebra un Cross Internacional de estas características, es espectacular, y que vuelvo a sentir mucho la ausencia de colegas DBM, en un terreno tan propicio a los asuntos del Olimpo. Marco incomparable, organización diligente, sol radiante, globos aerostáticos, expendedurías de cruzcampo y cocacola, niños jugando al fútbol… esto me recuerda a una jornada en la pelús de angel nieto del circuito de jerez.
Advertido previamente de mi solitaria participación en lo que al club se refiere, con mi dorsal y mi microchip obtenidos el día anterior, busco un rincón donde prepararme, mientras observo con nostalgia cómo bromean las nutridas bandadas distinguidas por abrigarse con idéntica camiseta, que van pertrechadas con tiendas de campaña y tenderetes donde compartir las chanzas previas a la carrera.

                                                      Aquí los Club de atletismo de verdad
                                                                           Aquí desplegando mi humilde rincón

Como podréis observar, la única inversión que hasta ahora había hecho para enfrascarme en el mundo del running (sustituir mis clásicas y cuarteadas Adidas Rom por unas zapatillitas de correr de verdad), se ha incrementado este nuevo año, y apreciaréis algunos cambios en mi atuendo: ya no corro en bañador, por arriba uso una prenda de textil polímero para mis entrenamientos nocturnos de invierno que sustituye a la primera y única sudadera que me compré a los 16 años, un cintillo evita que la transpiración de mi frente atraviese mis cejas y me ciegue, y, tras la típica muda de autillo navideño, mi corte de pelo es más aerodinámico. Incluso me estoy aficionando a correr con gafas de sol en las pocas ocasiones en que esta rapaz nocturna se atreve a hacerlo a plena luz. Pero tranquilos, aún estoy lejos de las medias compresoras de gemelos y otras lindezas, y sigo usando los calcetines que se anunciaban en los típicos “tres paquetes veinte duros”. Por supuesto, tampoco hay tecnología adornando mis muñecas, ni controlo mi ritmo cardíaco. Primero tendré que saber distinguir la diferencia entre agujetas y sobrecargas, entre dolor de diafragma y simple hambre, entre isquios y latas fascistas, y la madre que las parió a todas.


De la carrera, gentío considerable, que obligaba a ir casi andando al principio de la prueba. El recorrido muy interesante, de 2 vueltas, pasando junto a la laguna, el anfiteatro y con muchos subibajas, pero más sombra de lo que se podía suponer, gracias a los cipreses que mandó plantar el mismísimo Trajano (por la jeró).


                                                                            Ambiente
                                                                             Salida
 

Como siempre, mi tope de ritmo y de cansancio lo alcanzo a mitad de primera vuelta, lo que extrañamente me provoca que ya no me canso más por más que corra, incluso puedo mantener mi ritmo aunque vaya cuesta arriba y voy adelantando posiciones en la segunda vuelta, en la que mi mente, que empieza a perder facultades, se olvida de preocuparse del cansancio de mi cuerpo, y siempre acabo mejor que empiezo.

                                                                                            Así suben ellos
                                                                            Así subo yo
                                                                                                                                                                                                                      
Al final, un grupo de admiradores me pidieron una foto. No pude negarme.


Mi tiempo, 35:14. La media por kilómetro sigue sin interesarme todavía. Como dato, el keniata que ha ganado la prueba oficial corría a un promedio de 2:51 ¿quién da más? 

Lo de la foto con olivo tendrá que esperar: era zona protegida y había muchos guardarruinas controlando que nadie arrancara ramas. No hay prisa, creo que nunca estaré más cerca del olimpo que hoy.

Las fotos son caseras, de mi mujer, en su quizá última ocasión de acompañarme a una carrera. No  me he puesto a buscar en las webs especializadas por mor de enviar la crónica antes del cierre de la redacción.

Lo siento, ha quedado un poco larga.

Pues eso, al que se encarga de los puntos: PLEASE, SCORE WHAT I DESERVE.

Dani, va por ti.

4 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena Alejandro, todavía estoy riéndome con la insuperable crónica!. Te has ganado con creces el puesto fijo de corresponsal.

    El equipamiento de running poquito a poco....

    ¡Campeón,nunca nadie llevó a un autillo a lo alto del podium del Olimpo!

    Estas comparecencias, sólo ó en grupo, junto con las crónicas "calentitas" sí que hacen grande a este Club pequeño (sin tenderete todavía).

    ResponderEliminar
  2. Solo sin acento...¡que alguno me va a quitar el pellejo a tiras!

    ResponderEliminar
  3. Felicidades Alejandro, buena carrera en un mejor dia, y no te preocupes que a la próxima iremos en tropel. And remember ... you'll never walk alone, como cantan los seguidores del Liverpool y que en este caso los DBM's diriamos you'll never RUN alone !

    ResponderEliminar
  4. jejeje. Qué grande, Vozme. Sobre todo el pelao. Que no cunda el desaliento, que DBM permanecerá vivo. Somos corredores de fondo!
    Oye: ¿han ido Javi y Gabi a ayudarte a montar el tenderete?

    ResponderEliminar