sábado, 9 de octubre de 2010

Crónica de la Nocturna Sevillana 2010

Desangelada edición de la Nocturna Sevillana, por la escasa participación. Cada vez somos menos los carreristas, amigos.

Todo comenzó con un cómodo acceso al estadio, pues había pocos coches. Nos encontramos, esta vez sí, sin problemas en la fachada sur del hermoso estadio, tal como Jose Mari había programado. Sergio Bertholet, Javi Argüelles y Gabi Román se encontraban entre los más ilusionados por la carrera, y venían perfectamente preparados. Venían también dos amigos agregados: Jesúsy Javier, este último perfectamente pertrechado con gorra y camiseta que su empresa, además de gestionarle el dorsal, le había proporcionado.
Pepelu, aunque estaba tranquilo, miraba alrededor para evitar cualquier desagradable encuentro con su admirador internáutico...

Entonces,  tras un concienzudo calentamiento, nos fuimos hacia la línea de salida.

Nos situamos entre keniatas y marroquies, con los dientes apretados, dispuestos a todo. La tensión se mascaba en el ambiente: músculos tensos, caras preocupadas, pulsómetros echando humo...El pistoletazo de salida, claramente audible, desencadenó la batalla. El primer kilómetro fue devorado al infernal ritmo de ocho minutos, con riesgo claro de lesión de ser mantenida esa velocidad. Nacho se lanzaba en las rectas con la melena al viento, Quique trazaba las curvas para evitar dar con la chorla en las esquinas, y Pepelu desplegaba las orejas para mantener la estabilidad. Evitábamos como podíamos los numerosos puestos de avituallamiento, que se empeñaban en repartir agua con singular ímpetu. Que jartá de agua !! El año que viene me traigo los manguitos de mis niñas...
Poco a poco la cosa se tranquilizó, y entonces se impusieron estrategias de carrera propias de Napoleón: todos juntos dos tercios de carrera. En el último tercio Jose Nieto (el aguilucho de los Abetos), Ceballitos (el ratón de Jerez), Jesús (el halcón indómito) y Quique (el buitre miarma) aumentaron el ritmo. Ya en el tunel del estadio el ratón demarró y ganó unos metros, que el buitre y el aguilucho sostuvieron respetuosamente hasta meta.
Entonces, salimos a la zona del corredor y con todo el dolor de nuestro corazón, nos saltamos el puesto de Cruzcampo, pues ya estábamos empapuchados de agua. Jose Mari sin embargo se quedó con las ganas de tomarse la cervecita, pero su afán por conseguir la discreta camiseta le cegó, y se salió del recinto. Se entiende, pues era la primera vez que tenía ocasión de conseguir una camiseta de una carrera popular (no es su estilo correrlas). Iba acompañado de Ale Vozmediano, que recientemente se ha rapado...

En fín. Para el Olimpo el orden fue Ceballitos, Nieto, Argüelles. No sé el orden de los demás pajarracos. Pero os aseguro que en Trebujena no será lo mismo. Vais a odiar la banderita de mosto toda vuestra vida. Amén.













1 comentario:

  1. Por el mar corren las liebres.......por el monte las sardinas.......Tralalá.......

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